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Cocinar bonito a la brasa estilo Vilanova

El bonito o listado (Sarda sarda) es uno de los túnidos más comunes en nuestro litoral y más accesibles para los pescadores submarinos. Mostramos cómo cocinar el bonito al estilo Vilanova.

Antes de explicar cómo cocinar el bonito, es interesante conocer más sobre este magnífico pez. Pertenece a la familia Scombridae y suele vivir en grupos que puede ir desde poco individuos hasta centenares. Se distingue de los atunes por su cuerpo más estilizado y por unas rayas diagonales que van de la mitad de su cuerpo hacia el lomo. Cuenta con unos dientes de tipo sierra y una mandíbula poderosa. Gran nadador, no suele superar los 6-7kg. Se alimenta de peces y de cefalópodos. Suele estar presente durante todo el año aunque en primavera y otoño, sobre todo en este último periodo, se observan más cerca de la costa.

Suelen verse con mayor frecuencia que otros túnidos en bajos, piedras aisladas, barcos hundidos o alrededor de grandes boyas fondeadas lejos de la costa.

Pesca submarina bonito
El bonito se puede pescar a la espera en el fondo o a medias aguas.

El bonito se puede pescar a la espera tanto en el fondo o realizando lo que se conoce como la araña, es decir haciendo una espera a medias aguas pendido por un cabo. Su carne es frágil y su reacción muy brusca. Conviene asegurar bien el disparo y estar equipado con un carrete.

Pasos para cocinar el bonito

  1. Para empezar a cocinar el bonito, hay que sazonarlo con la sal y un chorrito de aceite de oliva. Brasearlo, mejor con fuego de leña (no de carbón). Cuando esté al punto, retirar del fuego.
  1. Cocer las patatas enteras y sin pelar. Disponer las patatas cortadas en rodajas (ya sin piel) sobre el fondo del plato y colocar el bonito encima. Cubrir las patatas con un alioli suave y ya está listo para disfrutar.

Ingredientes para 4 personas:
• 8 rodajas gruesas de bonito
• Patatas
• Sal
• Aceite de oliva virgen extra
• 2 ajos (para el alioli)

Banco de bonitos
Los grupos pueden ir de pocos individuos a centenares.

PD: Una vez alguien me dijo que si el bonito se rociaba con un poco de zumo de limón antes de brasearlo, quedaba mucho más sabroso… Yo no lo hago nunca porque mi abuelo siempre me decía que el limón sólo sirve para encubrir el sabor de un pescado poco fresco. ¡Y no es el caso!