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Madagascar, el paraíso de la pesca submarina

Madagascar, una joya que se encuentra en la costa de África Oriental, frente a Mozambique, en el Océano Índico. Es la cuarta isla más grande del mundo y un tesoro para la biodiversidad, las culturas y la pesca submarina.

Lémures, bosques húmedos, desiertos y una asombrosa diversidad marina: Madagascar es un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y la aventura.

Madagascar es único: el 5% de las especies de plantas y animales conocidas en el mundo se encuentra solamente aquí. El símbolo de la isla es el lémur, pero hay otras muchas criaturas extrañas y maravillosas como los camaleones, insectos de raras formas, árboles y plantas de otro mundo, como los baobabs y orquídeas, y una diversidad marina inigualable.

La extraordinaria fauna y flora de la isla se combina con paisajes épicos de una diversidad increíble: cañones calcáreos, montes graníticos, colinas fértiles sembradas de arrozales en terraza, bosques de todo tipo y un suelo rico en laterita que ha dado al país su apodo de “Isla Roja”. Con 5000 km de costa, el mar nunca está lejos. Un destino único para quien busque aventura y la última frontera para los amantes de la pesca submarina, en todo su esplendor y diversidad.

Cultura y diversidad

La cultura en Madagascar es semejante a su naturaleza: rica, viva y diversificada. La insularidad y el nivel de comunicación, muy limitado, entre las diferentes regiones (como la ausencia de carreteras) en tan vasta extensión, permitieron a ciertas poblaciones vivir aisladamente y de este modo preservar a través del tiempo una cultura propia pese a la globalización y una colonización de más de 60 años. Aún hoy en día, cerca del 80% de la población vive en el mundo rural. El lazo con la tierra es muy fuerte. Además, las creencias tradicionales le dan una noción de sagrado: es la tierra de los antepasados.

“La conectividad aérea con este país ha mejorado mucho, es más asequible de lo que piensas”

Las creencias animistas son todavía muy presentes en la vida diaria, excepto en general en los centros urbanos donde son mayoritarias las influencias religiosas, cristianas y musulmanas (parte Oeste de la isla) en particular.

Los jureles son omnipresentes aquí, con mas de 30 especies diferentes, de todos los tamaños y morfologías imaginables. En la foto, de izquierda a derecha, un “Caranx Ignobilis” y un “Caranx Papuensis”, respectivamente.

La cultura oral domina la vida diaria de los malgaches (como son conocidos los habitantes de la isla): discursos, cantos, etc. En realidad, el desarrollo de la escritura sólo se debió a las influencias europeas con la introducción del cristianismo en el siglo XIX.

Hoy día, el tiempo aún tiene una noción circular y no lineal para el malgache. La cultura del “mora mora”, entendido por tomar su tiempo y vivir plenamente el momento presente, es la que impera. Esto puede desconcertar al extranjero, quien está acostumbrado a una vida trepidante.

“No existen regulaciones ni cuotas aparte de las especies protegidas internacionalmente, aun así, una cierta ética y responsabilidad es necesaria si se quiere pescar aquí”.

La historia antropológica de Madagascar empieza con los primeros asentamientos humanos, que probablemente llegaron desde el Sudeste Asiático. Esto explicaría el conjunto de rasgos de los malgaches, que forman una mezcla de genotipos tanto de austronesios y africanos, como de árabes, indios y colonizadores europeos. Madagascar se empezó a conocer entre los europeos tras la Era de los Descubrimientos. Durante el siglo XVII, en pleno Reparto de África, el Imperio británico y el Imperio colonial francés compitieron para establecer su influencia en Madagascar. La isla se convirtió en una colonia francesa en 1890 y obtuvo la independencia de Francia en 1960, en pleno apogeo de la descolonización.

La pesca en el azul o “bluewater hunting” es una modalidad especialmente adaptada a la pesca de grandes pelágicos. La potencia de los peces objetivo en esta modalidad hace que sea imposible controlar-los sin la ayuda de lineas y boyas en superficie.

La pesca submarina en Madagascar

Respecto a la pesca submarina en Madagascar, las opciones son literalmente infinitas. Pescamos alrededor de varias islas que adornan el Océano Índico, uno de los océanos más hermosos del mundo. Además, siempre se puede ir más lejos y llegar al mítico Banco del Castor u otros arrecifes lejanos, donde se alimentan los grandes atunes dientes de perro, los peces vela, wahoo’s, marlín, etc. Los razonables precios de este país hacen que, hasta los más lujosos viajes, ya sean embarcados en catamarán o con base en tierra, seas asequibles para la mayoría de turistas, y las conexiones aéreas han mejorado mucho los últimos años.

La cantidad de especies en Madagascar es ridícula. Mahi mahi, Wahoo, Great Troupers y miles de jureles diferentes, atún de aleta amarilla, barracudas, decenas de pargos diferentes, tiburones, Spanish Mackerel o “tazhard”, meros gigantes, truchas de coral, Napoleones (protegidos), pompano africano, cobia, atún dientes de perro, marlín, pez vela… ¡el número es infinito!

“Como muchos otros sitios tropicales, los peligros existen y son diversos, pero con un buen asesoramiento por parte de vuestro guía y una buena organización, solo tendréis que preocuparos de disfrutar”.

Las partes más remotas de Madagascar albergan algunos de los océanos más salvajes del mundo. Este es un paraíso para los pescasub, tanto para los que buscan iniciarse en la pesca submarina tropical, como para los que solo quieren peces trofeo y potenciales récords del mundo. Cualquier cosa es posible, desde un marlín negro de 500Kg hasta un atún dientes de perro de más de 100kg.

En el arrecife, decenas de otras especies merodean los fondos. La espera será la mejor técnica aquí, y la precisión de tiro es fundamental. Un tiro letal o “stone shoot” es la mejor opción, como este caso con un magnifico “Green Jobfish”.

Aunque en cada salida se encuentran cientos de peces a los que se les puede “tirar”, estos viajes tratan de encontrar “ese pez”. La calidad va a ser siempre más importante que la cantidad. No mucha gente tiene la suerte de visitar y bucear en lugares como este.

Los arrecifes exteriores son particularmente buenos para los grandes pelágicos. Hay pocos lugares en el mundo que se puedan comparar con la cantidad de grandes peces que se ven aquí. Los atolones de coral se elevan desde cientos de metros de profundidad hasta alrededor de los 10, creando un ecosistema muy prolífico y fuera del alcance de la mayoría de las artes de pesca.

Hay tantos spots disponibles, que existe la posibilidad que nunca bucees en el mismo lugar más de una vez.

Para los más aventureros, los viajes a bordo de catamarán ofrecen la posibilidad de llegar a zonas aún más remotas. En estas áreas completamente salvajes e inaccesibles por tierra, alejadas de cualquier civilización y donde el clima puede ser realmente duro, ¡las posibilidades de obtener peces monstruosos son realmente altas!

Especies objetivo i técnicas

Con diferencia los atunes dientes de perro son lo más potente y difícil que uno pude llegar a pescar en estas aguas. Tamaños gigantescos, potencia explosiva, comportamientos erráticos, hacen de este animal un auténtico trofeo

Aunque la pesca submarina al acecho, al agujero y con peso variable, son técnicas que también se pueden utilizar, podemos decir que aquí se usan básicamente solo tres modalidades de pesca, todas ellas con peso constante y siempre en binomio, con la atención de tu compañero o guía, y con la adición de un componente clave en estas aguas: el “flasher”, el cual llevaremos con nosotros en prácticamente todos los escenarios.

La espera. Esta técnica siempre ha sido una de las más utilizadas por todos los pescasub con un mínimo de apnea, ya que es una de las que más sensaciones transmite al pescador. Con ella, se puede capturar prácticamente cualquier especie en Madagascar. Para la pesca a la espera, lo fundamental es estar lo más relajado posible en todo momento y hacer los mínimos movimientos posibles, lentamente, así gastaremos menos oxígeno y alargaremos nuestra apnea hasta el momento del tiro. Esta técnica es ideal en poco fondo, entre los 10 y 25 metros, y particularmente aquí funciona muy bien para todo tipo de peces de arrecife como los pargos, Green y Red Jobfish, Red Bass, Mangroove Jack, Giant Sweetlips, Maori Snapper, GT’s, Blood Snapper… La cantidad de especies a pescar que encontraréis en el arrecife supera ampliamente el centenar.

“A parte de los seguros incluidos, siempre es recomendable tener un buen seguro de viaje”.

Pesca a la caída. Esta técnica funciona particularmente bien con especies curiosas y territoriales, y con las que se acercan al flasher como los los Spanish Mackerel o “Tazhard”, las diferentes especies de Coral Trout o Truchas de Coral y algunas especies de mero, que llegan a alcanzar tamaños muy grandes y no es nada conveniente que lleguen a enrocarse dentro de sus cuevas. Algunos bancos de jureles también nos entrarán bien con esta técnica. En definitiva, la caída sirve para los peces que pasan por tu zona a media agua o que tienen un fuerte instinto territorial cerca del fondo.

Los “Spanish Mackerel” llegan a tamaños descomunales aquí. Es un pelágico relativamente fácil de atrapar debido a su atracción por el “flasher”.

Pesca en el azul. El Blue Water Hunting será, junto con la espera, una de las técnicas que más resultados nos aportará, y sin duda, la que nos llevará a conseguir los peces de mayor tamaño. Pelágicos como los Wahoo’s que pueden llegar hasta los 40 o 50Kg, los peces vela o Sailfish con su particular silueta y velocidad, los atunes de aleta amarilla, los Mahi mahi, casi todas las especies de jureles, desde Gt’s a Golden Trevally, etc. Los enormes Marlines Negros que rondan estas aguas y que pueden superar los 500Kg, y posiblemente el que sea el pez más preciado debido a su dificultad, el atún dientes de perro o “Dogtooth Tuna”, que habita las zonas próximas a la pared del arrecife, donde ellos cazan.

En esta técnica, lo que haremos principalmente, será derivar de lo más profundo a lo más somero, haciendo bajadas alternándonos con nuestro compañero, siempre con el flasher cerca, hayamos visto o no algún pez aproximándose, prestando especial atención en las zonas donde el pasto está presente y observamos más actividad cerca del arrecife.

El equipo

Todas estas técnicas y especies nos llevan al siguiente punto: nuestra equipación. En resumen, podríamos decir que lo que necesitamos es potencia de tiro (tanto para el alcance como para la penetración), y robustez desde la flecha hasta la boya o carrete. Cualquier persona que venga a practicar pesca submarina en Madagascar, debería contar con dos tipos de equipamiento básico, que puede constar de uno o dos fusiles diferentes.

Las truchas de Coral son uno de los peces más vistoso e impresionantes, y a partir de los 10 kilogramos representan un buen reto para el pescador submarino.

El primer “set up”, debería constar de un fusil de entre 100 y 140cm, con un mínimo de dos gomas o un “roller” simple, equipado con carrete y dyneema súper resistente, con 50m de hilo o más, y un carrete de cinturón a ser posible, por seguridad.

El segundo “set up”, que normalmente utilizaremos en la pesca en el azul o “Bluewater”, debe consistir en el mismo fusil u otro más potente que el primero a ser posible, de doble goma mínimo a doble roller con sistema de multiplicación, con un sistema de “break away”, que nos permite trabajar las piezas desde la superficie, ayudados por una floatline o línea, conectados a una o más boyas, ya que la potencia de estos peces hace que a veces sea imposible combatirlos con un simple carrete. Estos equipos no admiten fallo alguno, y tienen que estar montados para resistir las más violentas embestidas. No es difícil ver partir el material de la gente que no viene bien equipada, así que consigue buenas varillas, de 8mm o más, con ardillones gruesos, líneas de calidad y resistentes al coral, floatlines y boyas. Un “doggie” (atún dientes de perro) de 30Kg llega a hundir dos boyas de 33 litros, lo que supone más de 66Kg de fuerza, imaginad lo que puede hacer uno de 100kg o un marlín de 300Kg.

Respecto al resto de material, un neopreno de 2,5 a 3mm es lo ideal con aguas que rondan entre los 27 i 30 grados centígrados en superficie. Aletas de carbono, tus gafas de siempre, guantes y escarpines, uno o dos cuchillos, tu ordenador de apnea, cinturón, etc.

Tu guía y charter contará con los plomos, flasher, y posiblemente también algunos sets de floatlines y boyas.

¡No nos olvidemos de lo más importante! ¡Tu compañero! Aquí la pesca en binomio es, podríamos decir, obligatoria. Olvidaros del Mediterráneo, aquí las situaciones se pueden complicar en cuestión de segundos, y un compañero atento y en el que confías, será tu mejor herramienta en el agua. Nada se consigue sin trabajar en equipo.

Cumplir tus sueños

Madagascar tiene la combinación perfecta entre diversidad de especies, exotismo, accesibilidad, buena logística y precios atractivos. Un viaje del que nadie regresa indiferente, y que a muchos les ha cambiado la vida.